Voluntariado Magis: Taller Magis

El sábado 24 tuvimos nuestro primer taller Magis que se trató sobre la utilización de la técnica del cuentacuentos y el teatro para trabajar con niños y ancianos. Desde las 4pm, el Colegio Inmaculado Corazón se fue llenando de Magísticos que llegaban muy animados por el taller y por encontrarse con voluntarios de otros grupos. Algunos aprovechamos para hablar, ponernos al día y bromear, mientras esperabamos que fueran llegando los demás.

Varios pensamos que ibamos a sentarnos y "escuchar" a Hildy, tal vez tomar nota y seguir "escuchando". Pero no fue así. Hildy nos sorprendió con una serie de dinámicas que involucraban la participación activa de cada uno de los integrantes. Comenzó leyendo un fragmento de "Momo", la historia de una niña que tiene el don de oír. Así, logró que nos penetraramos en la lectura y que captemos que antes de contar es importante escuchar y estar atentos a nuestro entorno. Para reforzar esta idea, tuvimos una dinámica en la que algunos voluntarios se debían quedar en sus lugares contando lo que hicieron el día anterior mientras los otros caminaban alrededor de ellos tratando de captar algo de sus historias. Para los que nos tocó la tarea de caminar, fue dificil escuchar cada una de las historias ya que sentíamos que no les prestabamos la atención necesaria. Luego, la dinámica cambió y debíamos escuchar las historias atentamente y cómo nos hubiera gustado que nos escuchen a nosotros. Muchos nos centramos en un solo voluntario ya que sentíamos que otra vez no ibamos a poder escuchar a todos a la misma vez.

Y es en ese momento en que nos preguntamos... ¿Qué es escuchar realmente? ¿Es que nos creemos/somos capaces de escuchar? Escuchar implica entablar empatía con la otra persona. Tener la certeza de que lo que nos comparte en ese preciso momento es importante para él/ella y por qué no también para nosotros.

El taller finalizó con una dinámica en la que tuvimos que poner a prueba nuestra creatividad y la capacidad de trabajar en grupo para crear un cuento. Algunos tuvieron que hacer una historia a partir de un poema, una pintura, una tela y un bolso incaico. Lo que al principio parecía un reto, se convirtió en una forma mediante la cual descubrimos que no necesitamos ser grandes artistas para crear. Basta con "arriesgarnos" y no tener miedo de mostrar nuestra imaginación y creatividad.

Luego vino el compartir, las fotos y en seguida el Taizé.

Agradecemos a Hildy Quintanilla por su apoyo en este taller y al Magis Comedor por haber organizado tan bien la tarde.

A continuación, algunas fotos: