Magis Tacna

Formar parte del Voluntariado Magis es una de las mejores experiencias que me ha regalado Dios; poder conocer personas con distintas realidades pero con las mismas ganas de ayudar y entregar todo de sí. Más aún cuando compartes con quienes nos necesitan a través de juegos, risas y reflexiones descubres que no es simplemente un momento; sino que es regalar parte de tu vida y recibir a cambio parte de sus vidas también.

Ir cada sábado a la Aldea San Pedro es maravilloso, ver sonrisas en cada uno de los rostros de esos niños, y al mismo tiempo percibir la inocencia que los inunda me motiva a no alejarme de ellos, a continuar con esta causa aunque existan muchas limitaciones, que muchas veces me han bajado el ánimo. Hace poco me dijeron que el trabajo de voluntariado no es la gran cosa “-Vas los sábados y durante la semana te olvidas de esos niños”- me chocaron mucho esas palabras, es cierto, ser un voluntario no es algo sobre natural, pero creo que nada nos quita la satisfacción de trabajar por los demás, si bien es cierto no podemos cambiar la realidad en que esos niños viven, pero podemos darles alegría, podemos hacer que esos sábados por la tarde sean mejores; y que sobretodo sepan que pueden confiar en las personas, que el mundo no es tan malo como piensan y que la vida que les ha tocado les enseñará a ser más fuertes y a valorar aún más lo que tienen.

He decidido ir por este camino, por el camino del servicio a los demás, y cada día me convenzo más de esto; cada vez que veo en esos niños la ilusión y la indiferencia de la sociedad, cada vez que con un abrazo y una carcajada disfrutamos una tarde, siento que podría vivir para ellos, siento que no existe placer más grande ni acción más gratificante que ver feliz a esos seres indefensos que el mundo intenta esconder y que las personas ignoramos. No quiero cerrar los ojos ante una realidad áspera, no debemos conformarnos con un mundo de injusticias; una persona no puede lograr grandes cambios, pero SI FUÉSEMOS MÁS, CLARO QUE CAMBIARÍAMOS EL MUNDO!

Y así como definimos al Magis: “Dar más para los demás” podríamos también usar la frase de San Alberto Hurtado “Dar y dar hasta que duela, hasta que se nos caigan los brazos de cansancio”, dar porque no hay nada más hermoso que saber que haces algo por el mundo.